LA AMISTAD DE FÁTIMA Y CARMELI.

En el año 2003, cuando mi madre trabajaba en una casa, nació, en la casa de al lado, mi tata Isabel. A mi madre le gustan mucho los niños y todos los días iba a verla.

Mi madre y la chica, que es la madre de mi tata, se conocían de siempre porque son y  viven en el mismo pueblo, pero tienen una gran diferencia de edad y nunca habían sido amigas.

Con aquellas visitas diarias entablaron un vínculo afectivo. La Chica veía en mi madre una hermana pequeña de la que cuidar y aconsejar y, mi madre veía en ella, una hermana mayor, que siempre la cuidaría.

Mi madre comenzó a trabajar  con la Chica en su tienda y allí estuvo hasta que yo nací, desde ese momento la amistad se hizo más grande, porque yo soy muy importante para ella.

Después nació mi hermano y mi madre pensó que no había nadie mejor que ella para ser su madrina de bautismo. A ella le hizo tantísima ilusión y se sintió tan orgullosa que todavía se unieron más.


Siempre que se necesitan están la una para la otra, en cualquier momento, en cualquier circunstancia, sin pedir nada a cambio , siempre pensando que reciben más de lo que dan. Y quiero decirles que las quiero mucho.


CARLOS MORENO SÁNCHEZ.